La mayoría de los niños menores de dos años ya han sido infectados por el virus respiratorio sincitial (VRS) y pasan una enfermedad leve y desapercibida. Esta infección no tiene un tratamiento específico y en los más pequeños produce inflamación de los bronquiolos (bronquiolitis).
Cada final de otoño e inicio de invierno se produce una epidemia de bronquiolitis entre los niños menores de un año, fundamentalmente causada por el VRS; en España hay 320.000 bebés y de ellos 80.000 contraen la bronquiolitis, de ellos la mitad necesitan atención médica y la décima parte son hospitalizados. Dentro de esa edad hay colectivos particularmente vulnerables: los niños con cardiopatías, los niños con síndromes, los prematuros, los que tienen enfermedades crónicas… el problema son los menores de un año con patologías graves y complejas en los que la infección supone un grave problema médico además de ser un quebradero de cabeza al tener que gestionarse los limitados recursos en relación al impresionante número de afectados cada año.
La introducción este año en el calendario vacunal del anticuerpo monoclonal frente a este virus a recién nacidos y a niños de riesgo está permitiendo reducir los ingresos en hospital y en UCIs con bronquiolitis. El nuevo fármaco, cuyo principio activo es el nirsevimab y es un anticuerpo monoclonal, no es una vacuna .Se administra en dosis inyectada única y confiere protección durante los peores meses reduciendo la demanda asistencial en consultas y en urgencias hasta en un 70% y las hospitalizaciones hasta un 80%.
Los virus tienen en su superficie unas moléculas que se llaman antígenos a través de las cuales se unen a nuestras células; los anticuerpos se producen de forma natural en nuestro organismo ante la exposición al virus natural o a virus fragmentados o desactivados de las vacunas o pueden ser fabricados y administrados y combaten las infecciones ya que se adhieren a los antígenos impidiendo que estos penetren en las células.
Los anticuerpos que se fabrican se obtienen de infectar a ratones con el virus. Ya disponíamos de anticuerpos específicos contra el VRS, pero su efecto solo duraba un mes y había que hacer inyecciones repetidas. En este momento se están desarrollando, y se encuentran en fases muy avanzadas en los ensayos clínicos, de vacunas frente al VRS que harían que fuese nuestro organismo quien desarrollase los anticuerpos y que podrán incluso administrarse a las embarazadas lo que haría que incluso los fetos estuvieran protegidos desde antes de nacer.
No se trata de una vacuna en sí, sino de una inmunización pasiva con anticuerpos que van a durar unos cinco meses permitiendo que pase el período epidémico, reduciendo las visitas al pediatra, a las urgencias hospitalarias, los ingresos en UCI.